Etología del Deporte
Uno de los muchos casos en que la ritualización filogenética y cultural han dado con soluciones muy parecidas del mismo problema es el método con que ambas han realizado la difícil misión de evitar la muerte del antagonista sin acabar al mismo tiempo con la combatividad, tan importante para la conservación de la especie.
Todas las normas de "lucha limpia" de origen cultural, desde la caballería andante hasta los recuerdos de Ginebra, han tenido una función análoga a la de los combates filogenéticamente ritualizados de los animales.
Es el deporte una forma de lucha ritualizada especial, producto de la vida cultural humana. Procede de luchas serias, pero fuertemente ritualizadas. A la manera de los combates codificados, de los "duelos por el honor", de origen filogenético, impide los efectos de la agresión perjudiciales para la sociedad y al mismo tiempo mantiene incólumes las funciones conservadoras de la especie.
Pero ademas, esta forma culturalmente ritualizada de combate cumple la tarea incomparablemente importante de enseñar al hombre a dominar de modo consiente y responsable sus relaciones instintivas en el combate. La caballerosidad o "limpieza" del juego deportivo, que se ha de conservar en los momentos mas excitantes y desencadenadores de la agresión, es una importante conquista cultural de la humanidad.
Además el Deporte tiene un efecto benéfico porque hace posible la competencia verdaderamente entusiasta entre dos comunidades supraindividuales. No solamente abre una oportuna válvula de seguridad a la agresión acumulada en la forma de sus pautas de comportamiento mas toscas, individuales y egoístas, sino que permite el desahogo cumplido de su forma especial colectiva mas altamente diferenciada.
Las competencias ente las naciones no solamente son benéficas porque facilitan la abreacción del entusiasmo Nacional sino también porque producen otros dos efectos contrarios a la guerra: en primer lugar procuran un conocimiento personal a hombres y mujeres de diferentes naciones y partidos y en segundo lugar hacen que se unan para una causa común personas que de otro modo pocas cosas podrían unir. Son dos fuerzas poderosas opuestas a la agresión, y debemos examinar brevemente de que modo pueden desplegar su benéfica acción y que otros medios podrían emplazarse para aplicarlas a nuestro objetivo.
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