RESACA
Lo negativo de la fermentación
Etiología
La causa de la resaca reside en unas sustancias residuales que se
generan simultáneamente al proceso de obtención del alcohol, por lo que son
llamadas congéneres, sobre todo el metanol, la histamina, el acetaldehído y
diversos polifenoles. Al descomponerse producen además diversas sustancias
también ponzoñosas, tóxicas o venenosas responsables de los síntomas. Estas
sustancias congéneres están en proporción mayor en las bebidas alcohólicas
menos destiladas y de color más oscuro, elaboradas así por sus efectos
organolépticos, en especial las de naturaleza vínica (brandy, oporto, moscatel,
vino tinto) y los whiskies. Por ello las que producen más resaca son, por este
orden, coñac, vinos tintos, ron, whisky, vino blanco, ginebra y vodka.
La resaca afecta más a las
mujeres que a los hombres, porque el hígado de los hombres procesa y descompone
con más eficacia y rapidez el alcohol y los congéneres. No está demostrado que
mezclar bebidas alcohólicas distintas provoque síntomas de resaca mayores. El
consumo habitual induce cierta tolerancia y eleva el umbral de resaca al
aumentar la cantidad y actividad del alcohol deshidrogenasa (enzima que
metaboliza el alcohol).
La resaca es un cuadro de malestar general que se padece tras un consumo
excesivo de bebidas alcohólicas, aunque no lo suficiente para llegar al coma
profundo y a la subsiguiente muerte por depresión respiratoria. El término
médico es veis algia.
LA INFALTABLE "CRUDA
Uno de
los males que más atormentan a la humanidad es la llamada
"cruda".
Acompañada de la acidez estomacal es el
martirio semanal que todo oficinista soporta como pago de un borrascoso fin de
semana o de una comida de trabajo que se prolongó más de lo debido y de lo
bebido.
Las bebidas alcohólicas no contienen sólo
alcohol etílico sino muchos compuestos que intervienen en el tormento que
estamos tratando. Alcoholes amílico, butílico, propílico, metílico, ácidos,
aldehídos, ésteres, cetonas, fenoles y taninos y, eventualmente, vitaminas y
proteínas, constituyen sólo algunas de las sustancias presentes en las bebidas
espirituosas; así sea de los materiales originales, así sea de las reacciones
de fermentación y almacenamiento (amén de las que el fabricante haya
incorporado para asegurar la venta).
Paradójicamente, las bebidas alcohólicas
contienen algunas sustancias que interfieren en la absorción de alcohol
etílico.
Cuando se ingiere un bebestible espirituoso
se diluye en los jugos estomacales (la saliva ya ha comenzado la dilución) y se
distribuye muy rápidamente por el organismo. El alcohol no necesita ser
digerido; llega tal cual al torrente sanguíneo desde el estómago y, sobre todo,
desde el intestino delgado. La velocidad con que ocurre depende de la cantidad
bebida y del estado del estómago. Si el estómago está vacío y la cantidad de
alcohol es grande, se cierra el píloro y casi no pasa alcohol al intestino
delgado, en consecuencia los efectos son lentos. Lo mismo ocurre si ya hay alimentos
grasos en el estómago.
Por el contrario, el alcohol se absorbe rápidamente si está acompañado
de bebidas gaseosas ("Tehuacán", "Coca- Cola", etc.), por
lo que cubas, jaiboles, campechanas, mojitos, gin&tonic, vodkatonic, etc.
etc., se "suben" rápidamente.
El alcohol se difunde en proporción al contenido de agua de los tejidos
del organismo. La sangre tiene 83% y el cerebro 74.5 (úsese o no). Ya
asimilado el alcohol, el organismo comienza a expelerlo; una pequeña proporción
mediante los pulmones y las glándulas sudoríparas, una mayor por los riñones.
Pero el 90% es metabolizado por el hígado donde es convertido en acetaldehído,
otra sustancia tóxica, por lo que se convierte inmediatamente (con otra enzima)
en acetato de etilo, el cual llega a la sangre donde se transforma en CO2 y
H2O.
Por cada gramo de alcohol el organismo obtiene 0,007 Calorías y, en este
sentido, puede decirse que es un alimento. Por esta razón es peligroso que
sustituya alimentación sana. No hay duda de que el hombre puede beber
alcohol a una velocidad mayor de la que puede metabolizar, los problemas
ocurren cuando el sistema de desecho es más lento o nulo.
Tampoco hay pruebas de que beber pequeñas
cantidades de alcohol regularmente tenga efectos dañinos. Si bien una
intoxicación alcohólica, por leve que sea, trae aparejada una gran cantidad de
perturbaciones bioquímicas: las glándulas adrenalinas secretan hormonas, las
reservas de azúcar del hígado se movilizan, se altera el balance electrolítico,
se altera el metabolismo del hígado, etc. Estos cambios no tienen consecuencias
posteriores y el organismo rápidamente regresa a la normalidad. Sin embargo,
una intoxicación alcohólica severa puede producir desde dolor de cabeza,
gastritis, sed (debido a la pérdida de agua dentro de las células, ya que el
alcohol deshidrata) hasta malestar físico y mental; si la intoxicación
alcohólica es frecuente se produce deterioro físico y mental gradual.
Lo anterior resulta, con todo, un precio
bajo para algunos bebedores debido al bienestar y euforia efímeros que les
produce el alcohol. Bienestar y euforia que, en rigor; son muy discutibles. En
efecto, con un par de "tragos" uno puede tener mayor agilidad mental
y humor; con cuatro, regresa al nivel normal y, con seis o más, se deterioran
la memoria, el juicio, etc.; sin embargo, lo que mejor recuerda el bebedor es
aquello para lo que tuvo buena memoria: la primera etapa de la pítima, cogorza,
borrachera, beodez o papalina.
Es cierto que una pequeña cantidad de bebida alcohólica puede servir para disminuir la ansiedad y la tensión, puede incluso producir buen humor y "achispar". Pero también es probable que tales estados se deban a que, socialmente, hay mayor tolerancia y permisividad en las reuniones donde se bebe. En este sentido el alcohol no sólo es una droga psicoactiva sino también socioactiva. Con el peligro de estar feliz cuando no hay motivo que después se refleja en estar triste cuando no está sucediendo nada (depresión).
Es cierto que una pequeña cantidad de bebida alcohólica puede servir para disminuir la ansiedad y la tensión, puede incluso producir buen humor y "achispar". Pero también es probable que tales estados se deban a que, socialmente, hay mayor tolerancia y permisividad en las reuniones donde se bebe. En este sentido el alcohol no sólo es una droga psicoactiva sino también socioactiva. Con el peligro de estar feliz cuando no hay motivo que después se refleja en estar triste cuando no está sucediendo nada (depresión).
Afortunadamente la química interviene para
disminuir algunas dolencias de los mortales debidas a un ligero exceso en la
bebida.
Los ácidos resultantes de la descomposición
de los alcoholes pueden ser neutralizados de la siguiente manera: el
Alka-Seltzer contiene bicarbonato de sodio y un ácido débil (como el ácido
tartárico). Al poner las tabletas salvadoras en un vaso con agua se produce
ácido carbónico, otro ácido débil. Sin embargo, parte del ácido carbónico
reacciona también con los ácidos del estómago del sufrido paciente y los neutraliza.
En realidad la hidrólisis del ion HCO3- es la clave del alivio. El ion HCO3-
reacciona según produciendo el mismo ácido carbónico que contiene el
"Tehuacán". Pero, ¡ojo! también se produce OH- que sirve para
neutralizar al fatídico H+ de los ácidos, con lo que un reconfortante regüeldo
termina con algunos de los malestares por excesos en el beber.
Básicamente estas reacciones son las mismas
que se tienen cuando se emplean jugo de limón y bicarbonato, o sal de uvas.
Para terminar el "Alka-Seltzer", como la "Sal de uvas
Picot", tiene un poco de ácido acetilsalicílico para combatir el dolor de
cabeza.
Síntomas
La resaca se manifiesta como un conjunto de
los siguientes síntomas: Amnesia ligera o pérdida de la memoria de lo ocurrido
durante el episodio etílico. Alteraciones gástricas: vómitos, casi siempre, y
más raramente diarrea a causa de que el alcohol provoca la erosión de la mucosa
gástrica y la pérdida de la vellosidad intestinal. Cefalea o dolor de cabeza,
el cual se produce por deshidratación de las meninges, dilatación de los vasos
sanguíneos y disminución de la glucosa (azúcar en sangre). Ortostatismo y sed
intensa, que se origina como una respuesta del cuerpo a la deshidratación
causada por la degradación del alcohol. Dolor abdominal y muscular, lo que se
traduce en sensación de debilidad. Posibles flatulencias. Embotamiento
nervioso.
Tratamiento
Existen una gran variedad de remedios desde
caseros hasta comerciales para la resaca. Aunque varios han probado ser
efectivos, los resultados varían. Ingesta de comida. Ciertos alimentos como el
huevo, que contienen cisteína, acortan los síntomas. Beber agua antes de
acostarse o durante la resaca puede aliviar los síntomas asociados a la
deshidratación como sed, mareos, sequedad de boca y dolor de cabeza. El consumo
de bebidas isotónicas Vitamina B6. Se puede encontrar en los cereales con base
de arroz, avena, trigo y frutas rojas. Ingesta de un suero casero compuesto de
limón, agua y bicarbonato sódico. Ingesta de zumos de fruta, usualmente de
tomate.
El clásico caldito de menudo
“levantamuertos”, en realidad es otra borrachera (diferente) con el maravilloso
coctel/bomba de chiles+grasa+viseras,
diferente intoxicación, aliviana el momento.
El paracetamol no es recomendable, ya que el
alcohol ingerido puede interferir en el metabolismo a nivel hepático y hacer
este fármaco tóxico.
Por eso dicen: si no te la sabes quitar... no te la pongas!!!
ResponderBorrarEsto del alcohol es un asunto de adultos, requiere disciplina para mantenerlo a raya y bajo control, so pena de escarnio público, social y ausencia aboslut'a de glamour...